Ni nos rendimos, ni nos quitamos…

Queridos amigos:
Una excelente amiga escribe este articulo que merece la pena reflexionar y buscar entre todos alternativas, donde se siembre una cultura solidaria. Cada día estoy más convencido que ante este drama que viven los jóvenes en nuestra sociedad, y en el mundo desarrollado, necesitan con urgencia espacios de promoción humana, y cristiana, profunda, donde les ayudemos a crear espacios para descubrir y sanar sus heridas, y ofrecerles una cultura de la solidaridad. Desde ahí irán viendo caminos de esperanza y serán ellos los protagonistas de su propia historia.
Un abrazo Chema sds.
Gracias Lourdes por esta gran labor que realizan y el proyecto que tienen entre manos.
Dios les bendiga y Nuestra Madre sea la compañera de este camino.

Ni nos rendimos ni nos quitamos

En estos días he tenido que estar explicando porqué nosotros tenemos que seguir doblando el lomo por nuestros jóvenes. Con la resistencia que me da tener el que defender lo que para mí es un deber, una causa, una razón para existir, he conversado serenamente o quizás no tan serenamente, sobre el porqué nosotros no nos quitamos ni nos rendimos. Porqué defendemos nuestra misión con los mal llamados “desertores escolares” cuando hemos sido los que componemos la sociedad, los que hemos desertado de ellos.

En el país van por 90 los muertos sin acabarse el primer mes del año. Escuchando las noticias de estos días, se siente un ambiente de pánico no sé si creado, no sé si real, pero se siente un ambiente de pánico. Se habla de que hay que salir del país, se buscan culpables, razones. Se establecen planes sobre planes, se habla y se habla. Mientras la ola nos sigue arropando.

Ayer tuvimos una revuelta en el Centro por un grupo de jóvenes que trataron de agredir a uno que trajo un arma al Centro. Se realizó la debida intervención, donde algún facilitador cayó patas arriba y de inmediato se levantó y siguió con su intervención hasta que se manejó la situación. En la mañana de hoy, ese mismo facilitador me comentó entre lágrimas su reflexión “nos toca hacer más por estos jóvenes, no podemos conformarnos, pues tenemos que evitar que pasen a las filas de los que matan o son asesinados”.

Luego del incidente los jóvenes reconocieron su equivocación y en el proceso de intervención social volvieron a salir las razones por las que nosotros, no podemos siquiera pensar en descansar ante nuestra misión con ellos. Con sólo raspar un poquito, queda develado todo el dolor y coraje que éstos jóvenes cargan ante vidas llenas de maltrato y marginación. Ausencia de padres, abusos de todas clases, criados en ambientes donde el punto de drogas y las armas son parte de la vida cotidiana. Violencia como modo común de resolver las diferencias en todos los ambientes que han conocido: caseríos, barriadas, escuelas, centros comerciales, instituciones públicas y privadas.

En medio del meollo, hay quién en el equipo se atemoriza, hay quien se contagia del pánico colectivo y duda sobre qué debemos hacer con éstos, los más “jodones”, esos que ya tocaría botar. Esos que ya se han botado a ellos mismos y están seguros que serán rechazados en todos lados. Me detengo unos minutos a pensar en mi respuesta y sin que me quede na’ por dentro salgo como “bichota” (así me han llamado algunos) a defender mi punto.

Como los disparos de una de esas metralletas que se usan en la calle, disparo todas mis razones y convicciones, derroto todas las excusas, ataco todos los fantasmas y miedos. Dejo saber que nosotros, ni nos rendimos ni nos quitamos, no con ellos, no con esas vidas que ya son nuestras. No con los que Sor Isolina Ferré estableció como la población prioritaria de su misión, quizás, porque hace cuarenta años ella detectó el rumbo que llevaba nuestro pueblo.

Como pueblo hemos parido a estos muchachos y ahora no podemos darles la espalda. Para muchos de nuestros participantes, su familia son sus padrinos del Centro, pues hoy están en una casa y mañana quién sabe. Para otros, la comida que comen es la que reciben a medio día en el Centro. Y para la gran mayoría, la cuota de abrazos y ternura es la que les ofrecemos.

En el país tenemos un cierto sentido de derrota, una sensación de que estamos perdiendo o perdidos. Como país, estamos siendo amenazados por la desesperanza. La manera como nosotros combatimos esa sensación, es haciendo lo que nos toca, duro y con gozo. Quizás no logaremos todo lo que ansiamos, pero lo que plantamos no se pierde. Hoy me lo confirmaba un joven que nos ayudará como líder en una actividad y en mi oficina me decía “por primera vez voy a decir lo que yo he vivido, que es algo que me avergüenza”. Me compartió su historia en la calle. Terminé absorta, una vez más ante lo que estos que apenas empiezan a vivir ya han corrido. Finalizó la conversación hablándome de su espiritualidad y porqué desea ayudar a otros jóvenes aunque sabe que él necesita ayuda.

Yo concluí mi día, dando gracias a Dios por la misa que es mi misión de cada día. Y le pedí para que más buenos boricuas se atrevan a descubrir lo que hay detrás de las máscaras de nuestros muchachos y surjan nuevos espacios como los de las escuelas alternativas. Surjan más mentores, más lugares de restauración, más oportunidades de empleo para derrotar la oferta de trabajo de los puntos, más personas que los miren a los ojos y les sonrían.

Termino con la frase que nos comentó el Dr. Núñez un reconocido siquiatra de Caguas, al observar el nuevo edificio que estamos construyendo para ofrecer un mejor servicio “los programas que bregan con estos jóvenes deben ser considerados santuarios”.

Lourdes M. Ortiz
Enero 2011

Lourdes M. Ortiz M.T.S
Directora
Centros Sor Isolina Ferré Caimito
787-375-7854, 787-731-5700
RR-6 Box 9541
San Juan, Puerto Rico 00926
lurema@coqui.net
lurema@live.com
lortiz@csifpr.org
http://loqueelamordicesobreloquenosehabla.blogspot.com/

Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas
Madre Teresa de Calcuta


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