Compromiso misionero en Guatemala



Con fecha 27 de diciembre de 2007 partían hacia San Marcos Mª Ángeles Molina, salvatoriana laica y Ana Ganuza, misionera laica, con el compromiso de vivir dos años en la Misión para apoyar a la comunidad y reforzar el trabajo misionero que se está realizando.

Compartimos sus testimonios y primeras experiencias:

Con el corazón desde Guatemala

“Donde tienes los pies tienes la cabeza (y el corazón)”. Después de caminar y compartir la vida en una pequeña comunidad de Salvatorianos Laicos durante 4 años sentía la necesidad de “tocar” de cerca una realidad sobre la que tanto había reflexionado. Estar en Guatemala, significa para mí cambiar mi perspectiva, mi modo de mirar, y replantearme quién es el Dios en el que creo, cómo es mi relación con ese Dios, qué idea, imagen o sentimiento de Dios quiero transmitir, comunicar, compartir; bajo la mirada del pobre, desde su perspectiva me planteo cuál es la experiencia que el pobre tiene de Dios.

Solo ve a Dios, quien va a Dios
Solo ve al pobre, quien va al pobre


Este pueblo, su gente, sencilla y humilde, transparente, sin dobleces, nos acogen superagradecidos; para ellos es una gran alegría que nosotras estemos aquí, no nos piden nada, quizás incluso no necesiten nada de nosotras, simplemente nuestra presencia. Tengo que aprender, estoy "aprendiendo" a sonreír con dulzura, a "acariciar", a dejarme abrazar, "a dar gracias", a recibir lo que me ofrecen. Estamos "con los ojos y los oídos abiertos", tratando de aprender cómo vive la gente, qué piensa, cuales son sus problemas, sus historias.... Conocer y dejarnos conocer. Mirar, contemplar, escuchar y sobre todo no juzgar... Ellos realmente solo quieren que estemos con ellos, sin imponer nuestra forma de pensar o de actuar, simplemente “estar” con ellos, uno más entre ellos, en definitiva, compartir su vida.
Estar aquí, en Guatemala, entre sus gentes significa para mí una opción de vida, asumir el riesgo, la aventura de aprender a vivir de una manera diferente, abrir las puertas, salir de mí misma, convivir, compartir, hacerme pobre entre los pobres, vivir pobre con los pobres, ser uno de ellos, vivir con ellos, como ellos; compartir sus experiencias. Vivir la fe como un compromiso real, poner lo que soy y lo que tengo para que el Reino de Dios, el Reino de Jesús pueda hacerse realidad hoy. “Sólo un pobre puede servir a los pobres”. Al estilo de Jesús, de Francisco de Asís….

Significa “dejarme evangelizar por los pobres” porque solo ellos pueden experimentar de corazón la gratitud, la esperanza contra toda esperanza, el sentido de la fe; solo ellos pueden experimentar la cercanía de Dios, la salvación de Dios, quizás porque no tienen otra esperanza a la que aferrarse. Solo el pobre, quien se sabe pobre y acepta su pobreza es capaz de esperanza; el pobre es capaz de encontrar, entender y vivir el sentido de gratuidad del amor de Dios, el sentido de la compasión y la misericordia, la solidaridad, el compartir…. Nada tiene pero lo que tiene no es suyo, le ha sido dado gratuitamente, por eso puede compartirlo.

Aquí estoy, dispuesta y disponible más que a trabajar por este pueblo a aprender de ellos su sentido de la solidaridad, del servicio, su sentido de trascendencia, su sentido comunitario, su simplicidad y sencillez y aceptación, su lucha diaria por la vida que nosotros, en nuestro mundo, damos por supuesta. Vivir en la sencillez de las cosas, en la humildad del corazón; hacerme consciente de mi pequeñez, de mi fragilidad y en esa pobreza no sólo asumirla sino acogerla, amarla, porque en esa pobreza está mi Dios conmigo. Entrar en ese juego de abrirme y acoger, amar y sentirme amada. Y desde esa experiencia encontrarme con el hermano y compartir la vida.

No sé qué puedo ofrecer al pueblo de Guatemala, a sus gentes, a su historia pero sí espero mucho de ellos. Espero que me evangelicen, que me descubran al Dios de los pobres, al Dios que es ternura y misericordia y compasión; al Dios en el que creo y que a veces siento (experimento) y a veces se me escapa. El corazón me dice que es un buen ideal, un buen horizonte en el que fijar mi mirada y caminar hacia él.

«Enséñame Señor tu modo de mirar»



Mª Ángeles
Correo electrónico: mariangeles.molina@salvatorianos.org





EN GUATEMALA:

“LA GENTE TE LO DA TODO SIN PEDIR NADA A CAMBIO…“


Hola amigos,

La verdad es que me pongo a escribiros sin saber muy bien lo que voy a deciros. Sólo llevo aquí tres meses y todavía no sé nada, todo es diferente, la gente te lo da todo sin pedir nada a cambio… en España sólo hacen eso los amigos y la familia… pero aquí no, aunque no te conozcan son capaces de darte para comer la mejor ración… sé que esto está muy dicho y que no es una novedad, pero cuando pones cara a estas personas ¡tela...! Sabes que al día siguiente no tendrán que comer, pero la satisfacción que les da, que tú estés allí, que quieras compartir con ellos su mesa… es lo principal, esta hospitalidad la hemos perdido en nuestras casas y hogares… ¡y es una pena!

Lo único que hago por ahora es ESCUCHAR Y ESCUCHAR… y no creáis que no es difícil, parece que es sencillo escuchar a la gente, pero qué cantidad de ruidos tenemos en la cabeza, me creo que tengo todas las respuestas y en el fondo son ellos los que te enseñan.

Por aquí la mayoría de la gente quiere EMIGRAR a los Estados Unidos o a España y en esos momentos tengo un dilema… porque yo sé que no es nada fácil emigrar a otros países, salir de casa para buscarse la vida, pero ellos eso no lo ven, lo único que ven es que si salen pueden ayudar a sus familias que están aquí, pasando sufrimientos y penurias, esa realidad es la que a ellos más les importa… cada día admiro más a las personas que emigran… están lejos de la gente que les quiere y lo dan todo por ellas…así que no puedo hacer otra cosa que escucharles…En ocasiones me pregunto:
¿Por qué hemos creado un mundo así? ¿No hay riquezas para todos? ¿Por qué para que en España vivamos bien tiene que haber un mundo que viva mal? ... En fin son sentimientos que me afloran de vez en cuando.

El mundo tendría que ser de diferente manera, pero lo hemos hecho a nuestra conveniencia sin importarnos a quien perjudicamos y a quien estamos machacando… y cuando llegan estas personas a nuestras casas lo único que hacemos es rechazarlas y pensar que todos los problemas que hay en España es por culpa de ellos… y no las vemos como iguales, sino como gente inferior que viene a quitarnos nuestro pan… y en cambio ellos nos admiran y quieren ser como nosotros, … que bien les hemos engañado, que bien les hemos vendido un mundo ficticio e irreal…

Antes de marcharme una amiga mía a la cual adoro me escribió estas palabras y para mí son un emblema que cada día intento seguir:

Espero que tengas:
“… Suficiente felicidad para hacerte más dulce”
“… Suficientes pruebas para hacerte más madura”
“… Suficientes tristezas para seguir siendo humana”
“... Suficiente fuerza para hacerte feliz….
Espero que mi vida aquí pueda tener todas estas cosas
porque eso significará que estoy viva y que creo en mis hermanos”


Un beso enorme y hasta pronto,
Anita
Correo electrónico: ganu33@hotmail.com