ADVIENTO….ALEGRIA DE CONVERSION

3ª semana de Adviento: ¡ANIMO!

Adviento es un tiempo lleno de Misterio, empapado por la presencia desbordante de Dios. Como cuando llueve mucho y los prados rezuman agua por todas partes. No es tiempo de lamentos, porque todo está lleno de la música de Dios y la música de Dios siempre suena a futuro y a vida nueva.

 

Abiertos al Espíritu

  • El es la presencia alentadora en nuestro camino. Alienta constantemente nuestra espera.
  • El es un baluarte en nuestra lucha diaria contra el mal en todas sus caras.
  • El nos enseña sin cesar la riqueza de la palabra de Dios para contarnos su intimidad.   Con preguntas en la mochila   Más que buscar nosotros a Dios, es El quien nos busca y nos espera en cualquier sitio, en cualquier momento del día, también cuando estamos absorbidos en cuestiones más o menos triviales.  El Señor despega nuestros ojos ciegos, abre nuestros oídos sordos, para que saltemos como ciervos y cantemos cánticos nuevos.
  • Hay razones para la alegría
  • Desde las situaciones de oscuridad abrimos el oído para escuchar las maravillas que Dios está realizando entre los pobres.
  • Aunque seamos desierto o yermo, páramo o estepa, se nos ha dado la capacidad de tener una relación de intimidad con Dios y de gozar de su gloria y de su belleza.
  • Buscando mis amores
  • Porque queremos seguir siendo como niños que siempre tienen en la boca preguntas, muy abiertos a toda la luz acumulada en la sabiduría de los que nos han precedido. Porque nos duele el sufrimiento de tantos inocentes. Porque a veces la cruz se pone delante de improviso, sin agenda ni calendario.
  • Porque todo es gracia. “Comprendí, pues, por la gracia de Dios, que era preciso mantenerse firme en la fe y creer con no menos firmeza que todas las cosas serán para bien” (Juliana de Norwich).
  • Porque en la Iglesia hay muchos dones y carismas, entregados diariamente en gratuidad a los más pequeños de la tierra.
  • Porque hay muchas personas en tantos lugares de trabajo, a las que la monotonía no les ha agotado la vida, y acogen con su mirada, y sonríen, y aman, y acompañan.
  • Porque hay muchos locos, más de los que parece, que arriesgan su vida por la libertad, la justicia, la paz, y la solidaridad con los que más sufren, estén donde estén, sean del pueblo que sean.
  • Porque hay mucha bondad en la creación y muchas energías dispuestas al bien, aunque siga metiendo más ruido un árbol que cae en el bosque que cien que crecen en silencio.   Posibilidades        Seguimos buscando tus amores,            La lámpara de la fe está encendida,Marana tha. Ven, Señor Jesús.
  • te esperamos todavía.
  • mañana a mañana, tarde a tarde. 
  • Nuestra oración:
  • Personas-brote. Los brotes señalan la vida donde solo parecía haber muerte. Las personas-brote llevan dentro una historia de amor, hacen sinergia con otros peregrinos de viaje para colaborar en la nueva civilización del amor, buscan respuestas a los problemas que angustian a las gentes; son una esperanza para la humanidad. Cuando alguien ha perdido toda esperanza, estas personas ofrecen constantemente la espiritualidad de los inicios, del brote más no del fruto, de los amaneceres más no del mediodía; cuando se termina la sabiduría humana, ofrecen palabras de vida.
  • Personas-fuente. La fuente es un lugar de belleza, de frescura, de fecundidad. ¡Cuántas historias han oído las fuentes! Las personas-fuente son una bocanada de aire fresco, tienen los oídos abiertos para escuchar las historias de los que tienen algo que decir, en torno a ellas siempre hay vida; tienen tiempo para compartir con sencillez un poco de pan y un poco de vino, una buena conversación.
  • Personas-puente. El puente une orillas distintas, se arriesga entrelazando sus brazos en el vacío, desafía las aguas caudalosas de los ríos. Las personas-puente, lejos de la intransigencia, tienden lazos hacia los distintos y distantes; con ellos en medio, todo es más fácil; se ejercitan diariamente creyendo que es más lo que nos une que lo que nos separa; tienen siempre a mano el diálogo para lograr que palabras, legítimamente diferentes, formen una sinfonía. Cuando alguien tiene miedo a ir a la otra orilla, ofrecen gratuitamente su apoyo.
  • Dios nos ofrece posibilidades en el Adviento para alargar la ternura, el consuelo, el apoyo, hasta las necesidades de los hermanos y hermanas que están cerca o lejos. Nos ofrece muchas tareas para los que estamos en paro; ejercitarlas es cosa nuestra.

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