Febrero en nuestra Misión 2011

Me baso más en S. Pablo, donde habitamos y convivimos dos personas en sintonía y con ganas de seguir sembrando la semilla del evangelio en nuestras actividades apostólicas.
No hay duda que hay un servicio silencioso, del día a día que realizan nuestros hermanos y hermana en S. Sebastian, muchas veces “desagradecido” al esfuerzo que se realiza, descubriendo cada día con más claridad, la “ausencia de una educación seria y profunda de estos pueblos, y con las personas que nos toca trabajar, que asisten a los talleres, a la formación o al catecumenado de Adultos. Un nivel de comprensión, de educación, de respuesta a lo que se hace, se dice, se entiende   . Muy bajos. Pero ahí seguimos.
Cabe destacar que este año hemos celebrado el día de la vida consagrada en S. Pablo, en el centro de formación, donde Rodolfo ha realizado una buena reflexión del sentido de nuestras vidas.
Reflexiones compartidas, Misa, mesa y piscinas… se ha llevado este encuentro de CONFREM.

El Obispo Álvaro Ramacini, nos ha acompañado en la Misa y en la cena, donde se han expuesto los diferentes carismas de la Diócesis, estando solo dos congregaciones masculinas, los Scalabrinianos que trabajan en Tecun Uman y los salvatorianos. En este día hemos estado las dos comunidades de la Familia Salvatoriana de S. Sebastian y S. Pablo.
Tenemos una hermosa oportunidad para los jóvenes que deseen conocer la vida comunitaria, la vida religiosa, nuestra Familia Salvatoriana. Sabremos ser una Luz para los que buscan este camino?
Creo que se va haciendo un gran esfuerzo en la Formación, en intentar popularizar las verdades eternas, en colaborar en la formación de algunos sectores de esta inmensa Parroquia donde estamos insertos, o por lo menos donde vivimos. Siento que necesitaremos “saber estar presentes, actuantes, testimoniales, gozosos, alegres y cercanos a los que más sufren, al estilo de Jesús. Un reto, una opción, una oportunidad. Quiera Dios que no la perdamos. Ahora es el momento de salir a sembrar las semillas del reino desde nuestro estilo de vida, carisma y opción.
Lo ponemos en las manos del Señor y de Nuestra Madre del Salvador.

Aquí vemos a dos hermanas Guadalupanas, de origen Maya, que trabajan en la defensa de la mujer indígena, y de todas las mujeres en zonas de exclusión, o en poblaciones donde se tiene tan discriminada a la mujer Indígena. Un carisma, un don, una urgencia del evangelio en estas tierras donde se miran realidades pluriculturales, y multiétnicas como una gran riqueza del país y de nuestra diócesis.
Emilio y María Jesús en la repartida del Pastel. Son parte de la junta de religiosos y religiosas de nuestra diócesis.
Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenemos la Oración Maya que se realiza en la mañana, en uno de los cursos de formación donde  trabajamos.

Siguiendo unos textos de S. Francisco de Asís, vamos reflexionando la riqueza de la Vida, de la naturaleza y de toda la creación del Dios Padre-Madre, presente como el formador y creador en estas culturas Mayas y en nuestras vidas.

Un abrazo Chema sds.


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